El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se reunió ayer lunes 22 de julio con los concejales del Distrito para presentar el proyecto de acuerdo que busca vender la totalidad de las acciones que Empresas Públicas de Medellín (EPM) posee en Tigo-Une, iniciativa que será radicada ante la Corporación para dar paso al debate técnico de cara a la ciudadanía.
Gutiérrez, quien también preside la Junta Directiva de EPM, destacó la necesidad de una discusión transparente y basada en la confianza, garantizando que los recursos obtenidos de la venta se destinarán a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. El alcalde subrayó que el objetivo principal es proteger el patrimonio público y cuidar a EPM.
El docente investigador de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Medellín, Robert NG, respaldó la decisión, señalando que Tigo-Une ha registrado utilidades positivas solo en dos ocasiones desde 2013. Además, enfatizó que las pérdidas acumuladas, aunque han mejorado en un 36% respecto a 2023, justifican la venta para una mejor gestión de los recursos públicos.
El contexto de esta venta tiene antecedentes importantes. El exalcalde Daniel Quintero intentó en varias ocasiones llevar esta iniciativa a la Corporación, enfrentándose a la oposición basada más en razones políticas que técnicas, especialmente a la falta de confianza de los concejales en la destinación de los recursos.
La participación accionaria de Tigo-Une está dividida en un 50% más una acción para EPM y el resto para la multinacional Millicom, que desde 2013 tiene el control de la empresa.
Las pérdidas al cierre de 2023 ascendieron a 1,1 billones de pesos, lo que ha sido uno de los principales argumentos a favor de la venta. La exconcejal de Medellín, María Paulina Aguinaga, reveló que las pérdidas entre 2015 y 2020 superaron los 703.000 millones de pesos.
El gerente de EPM, John Maya Salazar, expuso la necesidad de enfocar las inversiones en el core de EPM: servicios públicos, generación de energía, agua y alcantarillado y no mantener recursos públicos en un sector de alto riesgo como el de las telecomunicaciones.
Sin embargo, hay quienes consideran que EPM debería recuperar el control Tigo-Une en lugar de vender su participación.
El periodista y docente de la Universidad Eafit, Yamid López, quien ha seguido este tema por años, opinó que la fusión fue un mal negocio y que EPM debería declarar de utilidad pública la prima de control para obligar a Millicom a vender o entregar esa prima.
En resumen, el debate sobre la venta de acciones de Tigo-Une se centra en la gestión estratégica de los recursos públicos y la protección del patrimonio de EPM. La discusión que se avecina en el Concejo de Medellín será crucial para definir el futuro de esta inversión en el sector de las telecomunicaciones.
