Durante su paso por la Contraloría, Córdoba fue protagonista de una de las mayores controversias del proyecto Hidroituango, cuando ordenó el embargo de cuentas de los constructores como medida cautelar por los atrasos. Esta decisión, aunque polémica, contribuyó a que el entonces alcalde Daniel Quintero Calle no entregara el proyecto a inversionistas chinos, se enderezara el rumbo de la obra y se activaran las pólizas para cubrir los daños.
A pesar de no tener partido político definido, Córdoba propone una gran consulta entre sectores del centro y la derecha para escoger un candidato único que enfrente a la izquierda. Sin embargo, la propuesta enfrenta un desafío complejo: la falta de unidad entre figuras como Álvaro Uribe Vélez, Sergio Fajardo y Germán Vargas Lleras, cuyos egos y diferencias han impedido incluso al Centro Democrático escoger un nombre de consenso.
El panorama político de cara a 2026 es incierto, con al menos 87 aspirantes en el radar presidencial. Córdoba deberá definir su camino, y quizá consultar a su suegro, el veterano dirigente conservador Omar Yepes Alzate, quien fue congresista durante cuatro décadas, sobre cómo navegar en un escenario tan fragmentado.
Entre tanto, Córdoba inicia su recorrido político por el país, apostando por un discurso de unidad, experiencia en el control fiscal y la necesidad urgente de contrapesos democráticos frente al actual gobierno.