Bolívar explicó que su salida obedece a razones de “principios, coherencia y ética”. En un pronunciamiento público, dijo que no estaba dispuesto a suscribir un acuerdo que lo obligara a respaldar a Daniel Quintero en caso de perder la consulta. “No puedo caer en la incoherencia de apoyar a un imputado por corrupción”, afirmó, recordando el proceso judicial que Quintero enfrentará en noviembre por hechos de su paso por la Alcaldía de Medellín.
Un acto de principios de ética y coherencia. pic.twitter.com/MSC0yQFvrE
— Gustavo Bolívar (@GustavoBolivar) September 26, 2025
El golpe es doble para el Pacto, pues mientras intenta mostrarse como una alternativa cohesionada frente a las elecciones de 2026, pierde a un dirigente con fuerte capacidad de movilización simbólica y digital. En contraste, Iván Cepeda recibió un respaldo clave, pues Bolívar anunció que trabajará de lleno en su campaña, describiéndolo como un “hombre coherente y decente” que sí lo representa.
La inclusión de Carolina Corcho en el tarjetón refuerza el ala más cercana al presidente Gustavo Petro, aunque su candidatura despierta resistencias en sectores independientes. Daniel Quintero, por su parte, se consolida como el precandidato con mayor proyección electoral, pero también con la mochila más pesada: las dudas judiciales y la percepción de oportunismo político.
La fractura refleja el dilema de la izquierda en el poder: ¿apuesta por figuras de mayor arrastre, aunque cuestionadas, o preserva liderazgos éticos que no garantizan votos masivos? Bolívar puso el dedo en la llaga al advertir que el Pacto carece de filtros internos y que termina “dejando entrar a cualquiera”, debilitando la idea de un proyecto transformador genuino.
El episodio deja al Pacto Histórico frente a una consulta que será más un pulso por la narrativa que por los votos. Cepeda intentará capitalizar la bandera de la coherencia, Quintero medirá hasta dónde resisten sus alianzas locales y Corcho buscará proyectar continuidad con Petro. Mientras tanto, el electorado progresista queda con la sensación de que la unidad prometida se tambalea antes de empezar la carrera presidencial.