Lo que comenzó como una crítica técnica sobre el recargo nocturno en la reforma laboral se transformó en un enfrentamiento personal entre el expresidente Álvaro Uribe y el actual mandatario, Gustavo Petro. Las tensiones entre ambos líderes, que ya contaban con una historia de desencuentros políticos, alcanzaron un nuevo pico en la discusión pública en torno a esta importante legislación.
El detonante fue un trino de Uribe en el que expresó su preocupación sobre el impacto económico de la reforma. Según el exmandatario, con el cambio propuesto, el recargo nocturno en Colombia se extendería a 11 horas diarias, superando incluso a la mayoría de los países de la región. Uribe advirtió que el recargo, sumado a otros cambios en la reforma, como el incremento en los pagos por trabajo dominical, asfixiaría a pequeños empresarios. Utilizó como ejemplo una pizzería que vería un aumento significativo en los costos operativos si el recargo nocturno comenzara a las 7:00 p.m. en lugar de las 9:00 p.m., como es actualmente.
La Reforma Laboral: más discurso, más capricho y prurito ideológico, menos beneficio, más dificultad para aumentos generales de salarios. Hay opciones. pic.twitter.com/AdejPfHvNj
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) October 14, 2024
La respuesta de Petro no tardó en llegar. En su cuenta de X, el presidente no solo defendió la reforma laboral, señalando que beneficiaría a los trabajadores, sino que atacó personalmente a Uribe. En su crítica, Petro evocó el pasado laboral del expresidente como hacendado, afirmando que los trabajadores bajo su mando sufrían explotación y que incluso algunos murieron en circunstancias sospechosas.
Estimado expresidente, mientras sus trabajadores con hambre en el estómago le daban riquezas a usted, yo trataba se hacer una revolución para evitarlo.
Hacer revoluciones no es delinquir, pero.matar revolucionarios por la espalda, a sangre fría y por simple odio, sí.
En este… https://t.co/PWnEfJlKUW
— Gustavo Petro (@petrogustavo) October 14, 2024
Uribe, visiblemente ofendido por la acusación, respondió con contundencia. En su réplica, detalló la situación de la Hacienda San Cipriano, alegando que la finca fue entregada a sus trabajadores tras volverse inviable debido a presiones de la guerrilla de las FARC. Uribe subrayó que todo el proceso fue legal y administrado por las autoridades laborales, rechazando la versión de Petro como una «coartada».
Respete Presidente Petro que mientras
usted delinquía, yo trabajaba.La Hacienda San Cipriano -La Mundial-, en el Noreste de Antioquia, Maceo, era una de las principales productoras de panela del departamento. Mi padre y mi familia tenían la mitad y yo, quien la manejaba, la…
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) October 14, 2024
El intercambio no se detuvo ahí. Petro continuó con su narrativa, calificando al modelo de Uribe como una expresión de un «capitalismo salvaje» al estilo del siglo XIX, en el que los trabajadores eran explotados sin reparo. Insistió en que, mientras él lideraba una «revolución» para cambiar esa realidad, Uribe seguía defendiendo un sistema económico que oprimía a los más vulnerables.
Uribe, a su vez, arremetió contra Petro por su pasado guerrillero, recordando que mientras él trabajaba para el bienestar de su región, el actual presidente participaba en actividades ilegales como miembro del M-19. Este cruce de acusaciones ha generado una ola de reacciones en redes sociales, polarizando aún más a sus seguidores.
El debate sobre la reforma laboral continúa en el Congreso, pero el enfrentamiento entre Petro y Uribe ha desviado la atención hacia un conflicto personal que parece reavivar antiguas heridas políticas en Colombia. Mientras tanto, los trabajadores y empresarios siguen esperando respuestas concretas sobre cómo esta reforma afectará sus vidas y negocios en el futuro.