En un fallo histórico, la jueza Sandra Liliana Heredia Aranda declaró culpable al expresidente Álvaro Uribe Vélez por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, tras un extenso juicio que se prolongó durante 475 días y 69 audiencias.
La decisión, que llega en un contexto preelectoral, marca un hito jurídico en Colombia: por primera vez, un exmandatario es condenado en primera instancia por delitos contra la administración de justicia.
El proceso tuvo origen en las denuncias presentadas por el senador Iván Cepeda, quien señaló presuntos nexos de Uribe con paramilitares del Bloque Metro. Las investigaciones de la Corte Suprema derivaron en pruebas que mostraban intentos de manipulación de testigos a través del abogado Diego Cadena Ramírez.
Durante el juicio, la magistratura examinó más de mil páginas de documentos, interceptaciones telefónicas y testimonios como el del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, grabado con el llamado “reloj espía”.
El fallo de Heredia absolvió a Uribe del cargo de soborno simple, pero lo halló responsable de intentar influir ilegalmente en testigos. Según la jueza, “las pruebas son contundentes”: conversaciones interceptadas entre Cadena y Uribe, grabaciones y testimonios consistentes sobre presiones para que se retractaran declaraciones en su contra.
La condena contempla una pena entre 6 y 12 años de prisión, que podrá cumplir en modalidad domiciliaria debido a su edad y antecedentes.
Tras conocerse la decisión este lunes 28 de julio, la defensa del exmandatario anunció apelación inmediata. La sentencia definitiva se leerá el viernes 1 de agosto a las 2:00 de la tarde, mientras el caso pasará a revisión del Tribunal Superior de Bogotá. También se acerca el plazo de prescripción de la acción penal, fijado para octubre de 2025, lo que añade presión al proceso.
El presidente Gustavo Petro destacó la independencia judicial del fallo, mientras Iván Cepeda celebró: “Llegó el día de la justicia. Aquí ha habido personas muy poderosas que se beneficiaron del conflicto y que hoy dejan de ser intocables”. En contraste, el senador estadounidense Marco Rubio cuestionó el proceso, calificándolo de politizado, aunque organismos de derechos humanos lo ven como un avance institucional.
La condena impacta directamente en el panorama político del país. Uribe, aún líder del Centro Democrático, mantiene influencia en candidaturas conservadoras, por lo que su situación judicial podría reconfigurar alianzas y estrategias de cara al próximo ciclo electoral.
Con la polarización al alza y un expresidente condenado, Colombia entra en un periodo de tensión institucional y redefinición del uribismo en medio de un año decisivo.