El mandatario departamental aseguró que Quintero dejó a Medellín en una crisis administrativa y financiera que todavía se siente en la ciudad. Señaló que su paso por la Alcaldía estuvo marcado por denuncias de corrupción, falta de planeación y confrontación constante con los sectores productivos. Según el gobernador, resulta contradictorio que ahora pretenda gobernar al país después de, en su concepto, “haber debilitado el liderazgo de la capital antioqueña”.
Por su parte, Daniel Quintero ha sostenido que su candidatura representa una alternativa distinta frente a las élites políticas tradicionales. En varias de sus intervenciones públicas ha dicho que busca consolidar un proyecto nacional basado en la innovación, la juventud y la independencia de los partidos tradicionales. Pese a las críticas, el exalcalde sigue adelante en la consolidación de su plataforma presidencial.
El choque refleja un pulso más profundo entre la Gobernación de Antioquia y el sector político que acompañó a Quintero en Medellín. Mientras el gobernador insiste en marcar distancia frente al exmandatario local, buena parte del electorado se mantiene expectante sobre el rumbo que tomará la contienda presidencial en 2026, en la que Antioquia será un bastión clave por su peso electoral.
Con este cruce de declaraciones, el panorama político en el departamento se vuelve cada vez más polarizado. Queda claro que la figura de Daniel Quintero sigue dividiendo opiniones. Lo cierto es que su candidatura ya abrió una grieta visible en la política antioqueña que promete marcar el debate nacional.